La comunicación, el marketing político y gobierno cambiaron drásticamente con el surgimiento de la era digital.
Las iniciativas de comunicación, el marketing político y gobierno ya no se centran únicamente en lo que quiere decir el líder político, hoy en día es mucho más importante el mensaje que la audiencia quiere escuchar. Entendiendo esto, las estrategias de las campañas electorales han tenido que cambiar su definición.
Y no se trata solo de saber que existen las redes, crear cuenta en ellas, publicar contenidos o hacer pauta en sitio web, las campañas políticas de hoy necesitan una estrategia digital para sobresalir.
Como mencionábamos anteriormente, ya todos están en redes, ahora hay que trabajar la forma en la que haces presencia en ella, buscar e implementar estrategias creativas sin que se deje de lado la coherencia de los objetivos electorales.
Los verdaderos estrategas de marketing político y gobierno digital entienden que su accionar se debe fundamentar en la creación de un plan detallado de acciones, una estrategia específica y unas tácticas bien seleccionadas que hagan posible la consecución de resultados medibles para los candidatos.
La pregunta que muchos se harán es ¿Cómo lograr una estrategia de marketing político y gobierno que me lleve al poder?
A continuación, te dejaré algunos pasos generales para lograr una estrategia exitosa.
La estrategia digital es la nueva sala de máquinas de una campaña política. El mundo digital es el termómetro en tiempo real del pulso y la opinión de las audiencias
- Crear estrategias antes que tácticas. Las campañas políticas logran más de aquello para lo que fueron pensadas y tienen más acción de la que se planificó.
- Diseñar mecanismos digitales. Para atraer y capturar voluntarios, donantes y votantes debe ser la principal preocupación del equipo.
- Medir los indicadores correctos. Los seguidores y los likes son indicadores primitivos de un esfuerzo digital. Las campañas políticas deben aprender de métrica para detectar datos avanzados.
Y algo sumamente importante; alinear los recursos humanos en el trabajo de redes sociales. Con este punto lo que se busca es capacitar a los voluntarios para que apoyen la estrategia digital.
Además, aclarar los objetivos buscados con ella y evidenciar el valor y el alcance del aporte individual para los fines colectivos. No es crear colectivos para el sabotaje de los demás, sino equipos para impulsar los mensajes del candidato.
Dentro de la conversación sobre la estrategia de marketing político y gobierno es importante que se le dé espacio a la inversión en publicidad.
Está demostrado que los resultados orgánicos por muy buenos que ellos sean, al final terminan siendo muy limitados, por lo que se debe buscar la forma de invertir en pauta y campañas digitales pagadas.
Sin dejar de lado, que la mejor forma de lograr interacción es hablando, los candidatos no pueden dejar de lado su presencia social en el canal y que este funciona como una especie de servicio al cliente donde se deberá responder a las inquietudes.
Los nuevos activistas políticos en las redes sociales son los creadores de contenido digital (influencer). El equipo de campaña debe detectarlos y acercarlos, para aumentar su alcance en el mundo digital. Algo nuevo a lo que se deben enfrentar los candidatos es a las opiniones contrarias, no es que el tema sea nuevo, lo que vendría siendo distinto es la forma instantánea y mas cercana en la que estas están expuestas.
Con las redes sociales es mucho mas fácil ser blanco de críticas y debates por posiciones distintas a las del candidato y este y su equipo deben estar preparados para mantener discusiones respetuosas, sin restringir los mensajes o conversaciones.
El equipo digital de los candidatos debe revisar con periodicidad lo publicado por el político en el pasado para mantener una consistencia ideológica y anticiparse a las potenciales crisis de reputación generadas por algún cambio de opinión.